No te quieras quedar con nada
porque nada te pertenece.
Nada es ni llegará a ser
absolutamente tuyo.
Pasarás por la vida
rozando las cosas,
disfrutándolas de a ratos
o padeciéndolas por largo tiempo.
Los placeres serán como las flores
y se marchitarán
como el soplo de un viento fugaz,
o como un cometa herido
por la inmensidad del firmamento.
Tus desdichas te acompañarán siempre
y serán como secuencias
de la película que no quisieras haber visto jamás,
sin embargo en ciertos momentos podrás desprenderte
de ellas como si fueran guijarros agarrados a tu piel.
No obstante la vida continuará pasando
con alegrías y tristezas,
y tú estarás allí viendo sin mirar
como el secreto de la existencia
se muestra a tus sentidos
...que no alcanzan a entender nada.
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Autor: Jorge Horacio Richino - En Buenos Aires a los 26 días de mayo de 2007 Todos los derechos reservados.- (All rights reserved)
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