Llegas al final con las manos vacías
con la confusión de no hallar el motivo.
Sabes que la vida se va sin sentido
como los amores y las alegrías.
Cual será la historia del fin de tus días
o la circunstancia que asigna el castigo
de seguir errante como un fugitivo
arrastrando penas y melancolías.
Vaya a saber - quizá - cuando
repares que anclado nunca zarparás
y en algún destino te estén esperando.
Levanta el áncora y comprobarás
que el universo prosigue girando,
pon rumbo a una estrella y renacerás.
Autor: Jorge Horacio
Richino - Buenos Aires
12 de septiembre de 2007 - Todos los derechos
reservados.
Publicado simultaneamente
en:
http://jorgerichino.galeon.com
http://citylove.blogcindario.com
http://huellaspoeticas.blogspot.com
http://elangel.blogcindario.com |