Pídeme lo que quieras
que me haces sentir vivo.
Pídeme lo que pueda darte
e intentaré hacer realidad ese deseo.
Pídeme para que mi espíritu
se sienta reconfortado,
al poder brindarte todo aquello
que mis oficios puedan alcanzar
Si nada me pidieras
es porque, tal vez, no te importo,
y si no te interesas por mí
no tiene sentido mi existencia.
Pídeme lo que quieras,
una, dos, y hasta mil veces.
Pídeme que mientras pueda
intentaré hacer posible tu pedido.
Pero no me pidas más de lo que esté a mi
alcance
porque así me sentiré frustrado en mi deseo;
deseo de poder cumplir para que se justifique
que mi presencia en este mundo no ha sido en vano
y pueda, al saber que te he cumplido, ser francamente feliz.