Poco a poco fui integrando tu corazón con el mío, deseaba que se fundieran para estar siempre contigo. Juntos latieron un tiempo sintiéndose a la par felices, pero el destino callado fue dejando cicatrices. Poco a poco se escindieron las carnes de ambas entrañas, aunque las de ella llevaron partes profundas de mi alma. Todo terminó en tormenta después que cayó aquel rayo que se me clavó en el pecho quebrándolo en cien mil pedazos. ========================================= Autor: Jorge Horacio
Richino. =========================================
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