.
Búscame en la soledad, felizmente interrumpida por tu llegada;
búscame en el afecto y el abrazo sincero,
en la palabra serena y en el consuelo de los corazones agitados
...búscame en el silencio, que sabe valorar tu presencia a mi lado.
Búscame en la soledad, felizmente interrumpida por tu llegada;
búscame en el afecto y el abrazo sincero,
en la palabra serena y en el consuelo de los corazones agitados
...búscame en el silencio, que sabe valorar tu presencia a mi lado.
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Búscame en la mirada asombrada de una criatura;
búscame en la angustia de un niño perdido,
y en el abandono de una planta reseca ávida de encontrar tu oasis
...búscame por aquellos rincones que están vacíos de tu esencia.
Búscame en la mirada asombrada de una criatura;
búscame en la angustia de un niño perdido,
y en el abandono de una planta reseca ávida de encontrar tu oasis
...búscame por aquellos rincones que están vacíos de tu esencia.
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Búscame donde los rayos del sol estén presentes
y los amaneceres se hallen inundados de belleza;
búscame donde los días sean plenos de alegría
y, finalmente, búscame donde tu existencia se haga realidad.
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Búscame donde los rayos del sol estén presentes
y los amaneceres se hallen inundados de belleza;
búscame donde los días sean plenos de alegría
y, finalmente, búscame donde tu existencia se haga realidad.
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Autor: Jorge Horacio Richino
Buenos Aires, 22 de octubre de 2008.
Todos los derechos reservados.
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